Geografías apócrifas ha sido lo primero que he leído de José Luis Gärtner. Añado que me ha gustado mucho. Es una de las mejores novelas cortas que he leído en estos últimos meses.
Geografías apócrifas es la historia contada por Atanasio Ropero, un náufrago interior que habita en las tramoyas de un gran centro comercial, mientras pretende escribir su gran obra literaria. Esto es lo que dice la contraportada del libro.
Atanasio Ropero vive en un cubículo, lo que el viene a llamar un armario, en las tripas del centro comercial Doha, donde se dedica a subsistir pasando cada día, a determinadas horas, la máquina pulidora del suelo. Entre todo ese tiempo su pretensión de escribir una novela se va quedando en eso, en pura pretensión, en análisis existenciales que nunca se ven reflejados en letras. En el tiempo que ni pasa la pulidora, ni observa el papel en blanco, bebe absenta en el bar de Adalberto.
Atanasio Ropero quien, en algunas ocasiones, cada vez menos cuando nos vamos acercando al final de la novela, discute y dialoga con su otro yo, nos deja entrever que una vez fue una persona normal, un hombre casado con una tal Patricia, que tuvo otra vida. Tuvo un pasado y ahora no tiene ni siquiera futuro. Simplemente se deja llevar. No lucha contra nada ni contra nadie. Solo reflexiona sobre la vida y el comportamiento humano.
Es un hombre que no cree en nada, excepto en todo lo absurdo, lo visible y lo invisible. Cree en Bartleby. Es la alegoría perfecta de una intención: la de escribir sin llegar a hacerlo.
Cree en la inmediatez del deseo y en la absenta. Y cree en la inmediata victoria de los derrotados.
Es una novela sobre la nada y el absurdo de nuestra existencia. Una metáfora de la vida. El centro comercial como el santa sanctórum de esta civilización que estamos construyendo, cuyo nombre – Doha – ya nos lleva a uno de los símbolos de la riqueza de este siglo. Doha, capital de Catar.
Según sus propias palabras “La estupidez ha tomado posesión de la humanidad. No es nada nuevo; desde siempre hemos sido gobernados por la estulticia”
Vive y trabaja en el templo de la gilipollez.
Es una novela corta pero extensa, con la densidad de la buena escritura en la que nada sobra y nada falta. Una reflexión sobre la vida, una descripción del estado de imbecilidad en la que vivimos más a menudo de lo necesario.
Geografías apócrifas- Talentura Libros
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