Entre tanta marabunta de libros
editados, autoeditados y reeditados siempre se nos escapa alguno. En mi caso,
aquellos que no me gustan a las treinta primeras páginas, los descarto, los
dejo en el estante, nunca sé si con la intención de regresar a ellos o dejarlos
en ese letargo polvoriento y apolillado que significa el olvido.
La magia de los días de Antonio Báez no se me había pasado, ni se
encontraba oculto bajo una montaña de ácaros lectores. No. Simplemente es que
este blog dejó de tener sentido para mí durante un tiempo.
El libro contiene cinco relatos
cortos, un prefacio y una novela corta. En todos ellos encontramos el reflejo
de la vida actual.
Comenzamos con el relato El magnetofón, una historia familiar de
recuerdos infantiles y de soledad. De sentirse a la intemperie.
El siguiente es Insomnio. Un relato de recuerdos
parisinos. De un viaje a Paris en el año 1997 o quizás no. De parejas, de
mujeres, de sensaciones inolvidables que acuden a la mente cuando el sueño se
vuelve rebelde.
Hospital, un relato muy
corto, un recuerdo al hermano que nunca salió de allí. La sensación de miedo,
ese que sentimos estando dentro y fuera de él.
Cumpleaños, es el regreso a los recuerdos de estudiante
universitario. La melancolía es el fundamento de este relato y la lectura de un
libro de relatos, El limón, del autor
japonés Kaiji Motojirô. De las chifladuras de cada edad para inventar escenas,
mentiras y chispa dentro de una vida monótona y aburrida.
En el relato Ven, Capitán Trueno, el narrador aborda la adolescencia, la
sexualidad, la música, los amigos, todo construido con un excelente sentido del
humor.
Y llegamos a la historia de Adán. Nos lo introduce mediante un prefacio titulado Ya me estoy largando.
Adán es un tipo curioso al que el narrador conoce en un pueblo de
la provincia de Almería. De él destaca su ingenuidad y la falta de varias
falanges de los dedos de una mano perdidos según la versión de cada día. Adán
es un superviviente, y esa es la magia del libro y de la vida misma: cómo sobrevivir a uno mismo.
Adán es luchador, como todos los que han tenido una vida difícil. Adán es un hombre que tiene relaciones con varias mujeres, cuyos nombres comienzan siempre por T, como Teresa. Adán viaja a Italia en el momento en que asesinan a Carlo Giuliani. Adán también sueña con ser hombre estatua.
Adán es luchador, como todos los que han tenido una vida difícil. Adán es un hombre que tiene relaciones con varias mujeres, cuyos nombres comienzan siempre por T, como Teresa. Adán viaja a Italia en el momento en que asesinan a Carlo Giuliani. Adán también sueña con ser hombre estatua.
La compra de un libro de apenas
100 páginas con el último billete que tenía en el bolsillo, nos lleva a una
situaciones absurdas y divertidas. El autor del librito sufre hidrocefalia y
destaca su habilidad con los patines. Paco Tierra se llama. A través de él
conoce a Teresa, de quien se enamora. Cuando la relación ya no tiene sentido,
porque encuentra a una Teresa distinta a la que él conoce, Adán decide ir a Madrid, al kilómetro cero, andando.
“De modo que la entrada de Adán en Madrid se produce con el atavío de
todas las galas con las que ha ido proveyéndose a lo largo de su camino. Lo
ilumina su consustancial sonrisa de imbécil, lleva el pelo recogido en un moño,
el parche en el ojo perdido, n monóculo de cristal opaco incrustado en el sano
y el adorno en forma de pajarito, que despreció la que fuera presidenta de la
comunidad, prendido en el pecho, muy cerca del corazón..”
Y Adán, ya en Madrid, tras haber
pasado por la casa de Doña Elpidia Aguirre, llega a la Puerta del Sol, lugar
para él simbólico donde encontró “la mejor
versión de sí mismo que había visto en su vida del hombre volador … — He venido hasta aquí andando desde Málaga,
he llegado hace un rato, después de meses y te encuentro a ti haciendo lo que
siempre he soñado hacer yo.”
Esto es la Magia de los días, un libro lleno de
esperanza, a pesar de todo, con sus dosis de humor, de absurdo, de sueños.
Un libro en el que Antonio demuestra, una vez
más, que es un gran escritor.Un narrador con todos los recursos para que la lectura de sus libros sea inolvidable.
Uno de esos libros que no deben ser devorado por
los ácaros del olvido o la indiferencia.
He perdido la "no-reseña" que hice de otra de sus novelas. La memoria del gin-tonic y no puedo encontrarla ya que no existe el blog. Es una lástima porque es otra de esas obras inolvidables.
He perdido la "no-reseña" que hice de otra de sus novelas. La memoria del gin-tonic y no puedo encontrarla ya que no existe el blog. Es una lástima porque es otra de esas obras inolvidables.
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