Pequeños pies ingleses, escrito por Marcelo Luján y publicado por Talentura, es de ese tipo de libros cuya lectura se retoma una y otra vez para descansar la mente, para disfrutar, para soñar.
Al menos, es mi caso.
Prosa poética. Piezas breves, casi esculpidas, con frases cortas. Puntos seguidos, algunos que marcan la distancia entre dos sentimientos, dos recuerdos. Puntos que surgen en toda relación amorosa, unas veces intensa, otras dolorosa, otras alejada. Puntos que Marcelo Luján coloca a su aire para dar la intensidad a la narración, para cortar, suspirar, y seguir.
Setenta y dos piezas breves llenas de fuerza, acompañadas de ilustraciones de Aurora López que pone la imagen al verso. La equivalencia. Piezas que vertebran el amor y el deseo de que nunca llegue el final.
63. Tímpanos
Me verás caer. Una noche entre las noches. Irás descalza, estarás lejos, tan oculta de los ojos para adentro, rescatando los minutos para hacer lo que puedas. Irás como fuiste siempre. Con el sí por delante….
51. Relámpagos
Además. Viviremos enloquecidos. Quiero decir sumidos en la locura más revolucionaria y atroz. La que se pega. La que derrite. La que vale para todo. Y casi nunca dormiremos. Porque dormir estará sobrevalorado. Porque seguiremos creyendo en la felicidad. En cruzar el río a nado….
Como nos recuerda Carlos Salem, este libro es un morse del amor. Un libro que está vivo y muerde.
Un libro para ir leyendo despacito, como la poesía, con el recreo de la lectura y el tiempo tranquilo.
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