Creo que no voy a decir nada que no se haya dicho ya. Que el debut literario ha sido muy bueno, que las reseñas son magníficas, que esto es solo el principio, que Valeria Correa sabe lo que escribe, que se nota en cada relato y que a mí el libro me ha gustado.
El libro está dividido en cuatro partes: TIERRA, AIRE, FUEGO Y AGUA.
En cada uno de los apartados, tres relatos de distinta extensión. En todos ellos, Valeria nos muestra el lado más salvaje del ser humano, esa línea que se rompe entre la sensatez humana y lo más escondido de nuestro interior.
El miedo, la locura, la muerte, la soledad y la frialdad de los pensamientos. De todo ello habla Valeria en sus relatos. Y deja una sensación de sorpresa, de angustia y desasosiego tras la lectura de ellos.
Nostalgia de la morgue el más largo y el mejor, para mi gusto. Pero que no impide que el resto sean tambiénlo sean. La vida interior de los probadores, Perros, Lo que queda en el aire, Una casa en las afueras
Es muy complicado mantener el mismo ritmo en un libro de relatos. Siempre hay algunos que gustan más que otros. Y en este sucede lo mismo. Sin embargo, lo importante para mí, es que al terminar la lectura, ese conjunto de historias te hayan dejado suficiente poso como para querer seguir leyendo otro libro del mismo autor.
Es muy complicado mantener el mismo ritmo en un libro de relatos. Siempre hay algunos que gustan más que otros. Y en este sucede lo mismo. Sin embargo, lo importante para mí, es que al terminar la lectura, ese conjunto de historias te hayan dejado suficiente poso como para querer seguir leyendo otro libro del mismo autor.
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