Las doce historias de Mujeres hambrientas, debut brillante
de Lourdes Pinel, nos hacen recorrer lugares tenebrosos que, en ocasiones, nos
recuerdan a los cuentos que leímos o nos contaron en nuestra niñez y que nos
mantenían con el ánimo en vilo hasta que conseguíamos conciliar el sueño.
En Mujeres hambrientas, Lourdes Pinel retrata un universo entre lo gótico, lo fantástico y lo terrible para las mujeres que son las protagonistas indiscutibles de estas historias, protagonistas de cazas de brujas, violaciones, muerte, maternidad o insatisfacciones.
Cuentos llenos de simbolismo, de
oscuridad, de magia y de una atmósfera inquietante y asfixiante en algunas
ocasiones.
La escritura trabajada, pulida, bella dentro de la oscuridad que rodea la vida de las mujeres y concienzuda para relatar ese
territorio denominado “Las tierras del conde” de manera que los doce relatos se
construyen como un todo, un mundo del que salimos recordando aquellas
narraciones extraordinarias que, como he dicho, forman parte de nuestro mundo
infantil.
Un debut muy interesante que vale la pena leer.
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