Como siempre digo, yo no soy crítico literario, me limito a expresar mi opinión sobre determinados libros desde el punto de vista de lectora.
La danza de las horas de Gemma Pellicer es un libro de relatos dividido en tres partes:
Perplejidades. En esta primera hay mucha reflexión sobre el tiempo, su transcurso y sus efectos sobre el personaje. Son relatos muy elaborados, la mayoría de ellos desde la distancia hacia el lector. En esta parte ya aparecen dos de los pecados capitales: la pereza y la envidia y una primera entrega de un relato sobre el escritor y el microrrelato.
Infortunios. Me gusta la referencia hacia los pecados capitales, basados la Ira, la Gula, la Lujuria y la Soberbia con magníficos relatos para explicar los sentimientos humanos. Hay también, como en todo el libro, una constante exploración sobre el proceso narrativo, desde el escritor más cursi hasta el más inquieto que a mí me ha llamado mucho la atención por la sutil ironía con que están escritos
Hay también referencias concretas hacia escritores como Cortázar, Max Aub o ChuangTzu .
El hombre sin voz.
Hacía años que el escritor se esforzaba por conquistar una voz narrativa propia, plagada de autenticidad y de fuerza; un estilo que lo distinguiera de tantos autores sin personalidad como había, tan fatuos en su mayoría, tan ridículos. Le parecía increíble que toda esa caterva de presuntuosos no se hubiera percatado aún de que, para ser un gran escritor, había que lograr una voz personal e intransferible, cultivarla día y noche sin descanso, desearla de veras; una voz que fuera capaz de singularizarse del resto, que se revelara densa, con volumen, poliédrica; que lo elevara, en fin, hasta las alturas, depositándolo en el justo pedestal que le correspondía.
Tan embebido estaba el pobre en labrarse esa voz que olvidó apuntalar la estupenda edificación de su ingenio, malbaratando en un pispás aquel universo maravillosos repleto de voces magníficas, tan prometedor, probablemente su obra maestra, la creación que habría de erigirse en garante de su felicidad, un castillo de naipes, una pena.
La tercera y última se titula Máscaras. No voy a negar que es mi parte favorita por la aproximación hacia los personajes, sin dejar de manejar la técnica con absoluta soltura. Pero encuentro el lenguaje como más relajado.
El ojo de cristal
Aquel ojo de cristal tenía la transparencia y el brillo de una mirada límpida y sin dobleces, diáfana de puro fulgor- Tanto era así que él la seguía amando, única y exclusivamente, en virtud de aquel ojo falso de perlas nacarado, y no del otro sano y verdadero que le quedaba, auténtico, sí, pero absolutamente vulgar.
El libro en su totalidad está muy bien estructurado. Los relatos, creo yo, muy bien elegidos por Gemma Pellicer y en cada uno de ellos las palabras están escogidas, ni una de sobra. En muchos de ellos el lenguaje es muy poético, arriesgado en otros, pero siempre como un descubrimiento de lo que se puede llegar a escribir, como un estudio literario, una búsqueda de nuevos caminos.
A mí me ha sorprendido mucho a pesar de que conocía desde hace algún tiempo sus relatos, o sus reflexiones a través de su blog Sueños en la memoria.
Un gran libro de relatos La danza de las horas.
Muchas gracias, Elena. Eres muy amable. He colgado tu reseña en mi bitácora hoy mismo, convencida de que ya lo había hecho con anterioridad. Siento el despiste. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo grande