Esta es la sinopsis: Un joven artista español afincado en París cuenta los días que faltan para el concierto del mítico trompetista Dizzy Gillespie. Cuando al fin llega, una muerte inesperada le impide asistir.
Llevaba tiempo queriendo leer esta novela después de haber leído Bajamares que me pareció una historia muy buena.
La noche en que pude haber visto tocar a Dizzy Gillespie nos traslada a Paris de la pluma de un joven estudiante de arte. Un joven quien, según cuenta en uno de los capítulos de la novela, en el 15. Punto de fuga, quiere huir de la frustración que le produce su vida en Cádiz. Las ansias de libertad, la falta de aire son algunos de los acicates que le llevan hasta Paris, ciudad del arte.
Cada capítulo está dedicado a un personaje de los muchos con los que el joven trabó amistad en aquel Paris de los años 80, personajes que se entremezclan en su vida y en sus recuerdos. Todos ellos están encadenados a aquella noche que quiso ir a escuchar a Dizzy Gillespie y no pudo llegar a tiempo por esa inesperada muerte.
Los personajes, algunos esperpénticos, están tratados con humor, negro a veces, y siempre con una gran ternura y humanidad. Hay también una crítica hacia el mundo del arte, hacia los sueños de aquellos artistas que vivían y se alimentaban de ellos y que acabarían siendo destrozados años después. Perdedores en un mundo bohemio.
Y la música. Hay un capítulo el 25. El hombre orquesta. Gábor.
"En la elegancia de cada nota, Gábor dejaba latir toda su tristeza, que iba y venía con la cadencia de un oleaje en calma, nocturno; como si la música fuese un ente vivo u orgánico. Cada nota era una lágrima que afloraba en el mismo mento en que la anterior se extinguía., Gábor nos envolvió en una especie de paréntesis: siete u ocho minutos celestiales en los que el tiempo se congeló".
O este primero: 1. Rumba y jazz.
"Me invade la ida de que la palabra suave define la suavidad por su propia sonoridad, como si emergiese de forma sinuosa de una nube de algodones para modelar la noción de suavidad... Smooth jazz, en inglés, define al jazz suave porque la sonoridad de smooth evoca el aire que continúa saliendo a través de las llaves de un saxofón cuando ya la nota ha acabado, como si pudiese haber una resistencia a la muerte por parte de la propia nota"
En resumen, una novela deliciosa, de imágenes evocadoras, de prosa tranquila pero precisa, justa, sin estridencias que te va llevando suavemente hasta un final enternecedor y triste.
Podría contar mucho más, pero creo que es mejor que se la lean.
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