Reconozco que últimamente me da un poco de apuro hacer una "no-reseña"
Si me quedo embobada en el libro, me
olvido de anotar nada en una libreta. Solo subrayo renglones y frases y lleno
las páginas de pegatinas de colores.
Y eso mismo me ha ocurrido con este
nuevo libro de cuentos de Valeria Correa Fiz que he ido leyendo despacio,
intercalado con otros de distintos géneros.
Me ha costado salir de él.
Los cuentos, todos, mantienen un ritmo
ágil a la vez que poético a pesar de que el asunto pueda contener una historia
incómoda. La mezcla tremenda de la belleza y el horror.
El pasado, la culpa que nunca se diluye en el presente, la mirada sobre él, la
introspección de los personajes, la pena que llevan dentro de ellos que incluye
también la esperanza.
Valeria se detiene en detalles que nos
rodean y que no siempre solemos ver: objetos, árboles, el brillo blanco de la
luna sobre el agua o la ruina de los edificios, siempre con ese halo poético
que ella sabe imprimir.
Historias que conmueven.
Como se suele decir: un universo propio.
Un lenguaje preciso y precioso.
En definitiva, un libro excelente.
Coincido. Me gustó mucho. Esa belleza dentro del horror. Un libro muy poético a pesar de la dureza.
ResponderEliminarYa son varias las reseñas positivas y le tengo a la espera de que le llegue su turno. Narrar deanera poética momentos duros y hacerlos brillar, no es fácil, ahora me apetece más.
ResponderEliminar