Me pillas en mal momento,de Kike Parra. Un título muy
acertado para resumir las historias que vienen a continuación porque,
realmente, los protagonistas viven un mal momento.
Muchos de ellos me han recordado en el estilo a los autores
norteamericanos. Son relatos de parejas, en su mayoría que viven situaciones
que rozan la desesperación. La oscuridad en ese momento de sus vidas.
Personajes perdedores.
Y esos personajes aparecen muchas veces acompañados de un
animal. En unos casos como excusa y en otros como si estuviera su destino
ligado al de ellos.
Excepto en dos relatos “Un comedor de Ikea” y “El cazador”
en los cuales narra en tercera persona, en el resto es la primera la que
utiliza como voz para contarnos la historia. Por cierto, muy potente, muy rica
para describir los sentimientos de esos malos momentos. Incluso en uno de ellos
“El olor de las mujeres que han sido madres” se pone en el lugar de una mujer.
Kike no juzga a los personajes, ni su situación, ni sus
acciones. Se limita a contar, a tomar distancia entre el protagonista y el
autor. Su estilo es muy conciso, muy realista. Ayuda mucho a ponernos
inmediatamente en situación, en el terreno al que nos quiere llevar. Y nos deja
a los lectores la facultad de decidir en la finalización de la historia. Y ese
detalle me gusta.
Me han gustado mucho los relatos “A mil kilómetros” “El olor
de las mujeres que han sido madres” “Verano del 91”, “El cazador” y “Déjalo
como estaba, por favor”
Historias duras, vidas desencajadas, rotas o casi perdidas
son el asunto de este libro de relatos que me ha parecido sumamente
interesante, que he leído con gran placer. Y, como resultado, la espera de un
nuevo libro de Kike Parra.
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