Al principio te sorprende su
manera de escribir, su juego de palabras, la facilidad que tiene para manipularlas y darle a la
frase un sentido especial.
Diecisiete relatos sorprendentes.
Con personajes inmersos en la soledad, en la melancolía, caminando sobre la
derrota y el miedo. Y, a pesar de ello, no puedes evitar la sonrisa, incluso la
risa dentro de la tragedia. Rompe el esquema con su sentido del humor
irreverente, surrealista y acertado.
Son diferentes historias con
grandes aciertos. Frases que te dejan pensando. Personajes derrotados,
reconstruidos a retazos.
Uno que colecciona la piel muerta de su pareja. Novios
abandonados y novias que se depilan las ingles cuando los abandonan. Familias
felices que se parecen. Madres que
conservan fotos de los hijos.
“Digan lo que digan, no es fácil ser padre. Y menos de sopetón. Uno
puede pensar que con leer el periódico tras los postres y cuadrar las cuentas
los domingos es suficiente, pero nada de eso. Si fuese tan sencillo, crecerían
padres en los arriates o los sortearían en las gasolineras..”
El esqueleto de un padre que se
conserva en un salón al que no puedes entrar ni tú ni el perro. Un perro que,
por cierto, no pronuncia nada bien las consonantes. Todo ello en el relato que
da el título al libro.
Una mujer que se bebe las
cenizas, con una sensación de puaj. Y escribe un diario.
“Escribir es de cobardes. Escribir está sobrevalorado, siempre lo ha
estado.. Duermo, bebo tus cenizas y lo registro en estas hojas. Porque escribir
es de cobardes.”
Un hombre alérgico que acompaña a
su mujer, al imbécil de su cuñado y a una novia que no sabe cómo se llama, a
pasar unos días al campo.
“El pueblo, en una primera impresión, es tal y como lo había imaginado:
un catálogo de casas en ruinas alineadas en torno a la carretera principal …
hay también una iglesia; y un frontón; y una plaza minúscula; y nadie. Nadie
por todas partes”
Hay un atreverse a decir las
cosas con total naturalidad.
“Los cojones por su propio peso. Que no me acerque al cenicero, me
dice. Que no avise a nadie.”
Un cenicero que nunca caen
suspendido en el aire. Inmóvil. Y acaba por convertir la vida en silencio.
La lectura es un disfrute
seguido. Hay muy buenos relatos de distancia corta. Me han encantado.
También está el perro azul. Y Michael Jackson,
su muerte y su incidencia en la pareja. Un padre agónico.
En definitiva, un primer libro
sorprendente. Y ya solo se me ocurre decir que lo lean. Y que lo disfruten.
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