miércoles, 17 de enero de 2018

ANDAR SIN RUIDO - Carlos Frontera



Leer Andar con ruido, el primer libro de Carlos Frontera, es como entrar en otro mundo.

Al principio te sorprende su manera de escribir, su juego de palabras, la facilidad que tiene para manipularlas y darle a la frase un sentido especial.

Diecisiete relatos sorprendentes. Con personajes inmersos en la soledad, en la melancolía, caminando sobre la derrota y el miedo. Y, a pesar de ello, no puedes evitar la sonrisa, incluso la risa dentro de la tragedia. Rompe el esquema con su sentido del humor irreverente, surrealista y acertado.

Son diferentes historias con grandes aciertos. Frases que te dejan pensando. Personajes derrotados, reconstruidos a retazos.
Uno que colecciona la piel muerta de su pareja. Novios abandonados y novias que se depilan las ingles cuando los abandonan. Familias felices que se parecen.  Madres que conservan fotos de los hijos.

“Digan lo que digan, no es fácil ser padre. Y menos de sopetón. Uno puede pensar que con leer el periódico tras los postres y cuadrar las cuentas los domingos es suficiente, pero nada de eso. Si fuese tan sencillo, crecerían padres en los arriates o los sortearían en las gasolineras..”

El esqueleto de un padre que se conserva en un salón al que no puedes entrar ni tú ni el perro. Un perro que, por cierto, no pronuncia nada bien las consonantes. Todo ello en el relato que da el título al libro.

Una mujer que se bebe las cenizas, con una sensación de puaj. Y escribe un diario.

“Escribir es de cobardes. Escribir está sobrevalorado, siempre lo ha estado.. Duermo, bebo tus cenizas y lo registro en estas hojas. Porque escribir es de cobardes.”

Un hombre alérgico que acompaña a su mujer, al imbécil de su cuñado y a una novia que no sabe cómo se llama, a pasar unos días al campo.

“El pueblo, en una primera impresión, es tal y como lo había imaginado: un catálogo de casas en ruinas alineadas en torno a la carretera principal … hay también una iglesia; y un frontón; y una plaza minúscula; y nadie. Nadie por todas partes”

Hay un atreverse a decir las cosas con total naturalidad.

“Los cojones por su propio peso. Que no me acerque al cenicero, me dice. Que no avise a nadie.”

Un cenicero que nunca caen suspendido en el aire. Inmóvil. Y acaba por convertir la vida en silencio.

La lectura es un disfrute seguido. Hay muy buenos relatos de distancia corta. Me han encantado.

También está el perro azul. Y Michael Jackson, su muerte y su incidencia en la pareja. Un padre agónico.

En definitiva, un primer libro sorprendente. Y ya solo se me ocurre decir que lo lean. Y que lo disfruten.

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