Mi estreno como presentadora de libros fue con Resquicios de Mariano Zurdo.
Como casi todo el mundo sabe, Mariano es editor de Talentura, es decir, mi editor. Y además, y lo más importante: escritor.
Resquicios es su segunda novela. La primera fue La tinta azul de la memoria.
También ha publicado Relatos a cuatro manos en colaboración con Carlos Méndez.
Lo que quizás menos gente sabe es que Mariano es psicólogo. De esta profesión podríamos empezar a colegir que lo que escribe es, cuanto menos, especial. En algún momento alguien clasificó la novela como inclasificable, aunque no sea exactamente eso.
En Resquicios los cuatro personajes se entremezclan. Son vidas paralelas que, en un momento determinado, forman una línea común. No es una locura decir que es una novela de amor porque lo hay, como en la vida misma, con las complicaciones que eso conlleva.
Paula: Una mujer que juega al despiste con su pareja. Un juego que comienza como una broma inocente, que luego se convierte en una bomba. Una mujer a quien no le gusta perder. Una mujer intensa, pero poco constante.
Sergio es su pareja, diríamos que a tiempo parcial: Un hombre previsible, ceremonioso, tan metódico que es capaz de colocar los yogures en la nevera por sabores y fecha de caducidad. Un tipo raro, que toma las principales decisiones de su vida mientras viaja en la línea circular del metro. Cuando más gente tiene a su alrededor, más solo se siente.
En el otro extremo tenemos a la otra pareja
Daniel: Argentino, psicólogo, amigo de Sergio. Un hombre que no está preparado para encontrarse consigo mismo, que vive con una coraza protectora hacia las relaciones con las mujeres, en especial hacia su hermana. Un hombre que huye hacia delante.
Ainhoa: hermana de Sergio. “La flecha perfecta que encaja en el único poro abierto de su encallecido talón de Aquiles” Una mujer que mantiene una compleja relación con su hermano (pueden imaginar cualquier cosa que acertarán) y con cualquiera de los hombres que han entrado en su vida. Enferma de una enfermedad que, como ella misma explica, le hace perder capas de dentro hacia fuera. El vacío que en algún momento siente cualquier ser humano.
Ambas mujeres tienen un gran punto en común: la difícil relación con sus padres, a quienes quieren pero no aceptan.
Lo que hace especial esta novela es que parece que nada ocurre, cuando es todo lo contrario.
Suceden muchas cosas, porque cuando todos ellos creen tener la vida protegida por una puerta blindada, se percatan de que hay una grieta por la que se cuela el pasado. Y todo lo que se creía tener asentado, se tambalea.
Mariano, con una precisión de cirujano disecciona poquito a poquito los sentimientos y los pensamientos de cada uno de los protagonistas. Y eso es francamente difícil. Uno puede estar sentado en un sillón, sin moverse, sin realizar ninguna acción, en silencio, pero el cerebro no calla. Y ahí, en ese monólogo interior es donde Mariano entra para explicarnos, minuciosamente, de lo que somos capaces de pensar y decidir en determinados momentos. Lo que nos convierte a cualquiera de nosotros en protagonistas de la novela.
Resquicios, además, tiene humor e ironía. Y, sobre todo, la libertad de la escritura. Mariano ha escrito lo que le gusta y como le gusta. Juega con los personajes y al final, acaba jugando con los lectores, haciéndonos partícipe de esta aventura psicológica.
Lo único que puedo añadir es que la he leído con gran placer. Porque es una novela diferente, que está escrita con una prosa ágil, dinámica que igual te arranca una sonrisa, que te hace pensar.
Resquicios. Editorial Evohé.
Siento mi novela mejorada con tus palabras. Ya lo pensé cuando la presentaste y lo confirmo ahora. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarY que en el futuro nos sigamos presentando mutuamente.
Besos zurdísimos.
También la he leído y es de esas novelas que a uno le hacen pensar... Y mucho.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención a reseña que haces e intentaré conseguirla.
ResponderEliminarEspero ver pronto esta reseña en tu otro blog
Enhorabuena por tu estreno como presentadora de libros eso significa que tu nombre suena bastante en ese mundo.
Un saludo a ti y al autor del libro