«La madre y los hijos. Los hijos,
sin descendencia y sin posibilidades ya de ella, convertidos en madres»
Este libro – Mi madre y yo –
escrito por Ovidio Parades es un homenaje al amor, al amor inconfundible y
generoso de una madre. Este relato, comenzado tras su muerte, supone una de las
mejores maneras de sobrellevar un duelo: escribir, recordar, llorar y trasladar
el dolor hacia el amor. En este caso el de un hijo hacia su progenitora.
A través de recuerdos de la
infancia, de la adolescencia y de madurez, Ovidio recrea una vida. Vamos
saltando de un tiempo a otro, de lugares especiales, de transformaciones,
de descubrimientos tan importantes y esenciales como es la propia personalidad,
fraguada siempre de la mano de esa madre, adelantada a su tiempo, pero siempre comprensiva
y serena que constituye su tabla de salvación.
«La vuelta a los orígenes, el
regreso a los paisajes de la infancia, la muerte de los padres, el paso del
tiempo, el olvido… temas esenciales, evidentemente.»
Los olores, los sabores, las imágenes
trasladadas al recuerdo que quedarán siempre unido a la persona añorada.
El tiempo, en el que confiamos
para sin que nos conduzca al olvido.
«El tiempo es una línea de
tiza que se va resquebrajando en una pizarra imaginaria»
Mi madre y yo es un relato repleto de poesía que cuenta la dolorosa sensación de ausencia: «Y también es lo que hay otro antes y después de la muerte de una madre»
Toda la narración está impregnada
de sutileza: la enfermedad, el miedo, el deterioro físico, las horas de
hospital, el desenlace, el dolor interno, el cobijo en los brazos del amado.
Las lecturas de poemas, el cine, la música y los paisajes, tanto del norte como
de esa playa alicantina que tanto bien le hacía a la madre.
«A veces, la única certeza es
la única salvación. El amor, por tanto, como única certeza, como única
salvación.»
Un relato muy bello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario