Pelea de gallos. Es el primer libro de cuentos de Maria Fernanda Ampuero. Es imposible salir de la lectura
de estos cuentos sin un cierto dolor. Desde el comienzo del libro, desde
Subasta, el primer relato crees que no vas a resistir tanta injusticia. De
hecho, lo volví a leer por si me había confundido.
Los trece relatos que componen el
libro son impresionantes. No hay tregua en la lectura, en las descripciones, en
las sensaciones que te acompañan conforme lo lees. Es un retrato de víctimas
del machismo, de las tradiciones, de la hostilidad de un mundo que parece romperse,
en el que no hay esperanza. Relatos de supervivencia, de silencios pactados y
consentidos para tapar el trato hacia las mujeres. Hay violencia, machismo, superchería,
religiosidad. El patriarcado de la sociedad, no solo en los países que
imaginamos al leer el libro. También existe en lo que tenemos más cercano. Es una manera de explorar la violencia que nos rodea, porque los cuentos no tienen una localización concreta.
No hay concesiones a las imágenes
gratas y almibaradas. En muchos de ellos son sórdidas y, sin embargo, no puedes
dejar de leer. No hay contención en el lenguaje, no hay tibieza para nombrar
las cosas como son. Son sucesos a los que estamos acostumbrados y, por esa
razón, nos alejamos de ellos. En los
relatos hay multitud de voces, hay empleadas domésticas, hay niñas luchando por
no ser violentadas, hay mujeres de la
alta sociedad. Y, de fondo, lo que sucede cada día.
“Volver, lo sabe todo el mundo, es imposible. Luego de los abrazos y
las lágrimas viene el verdadero reencuentro, estar frente a frente a los mismos
cuando nosotros ya somos otros, frente a ellos cuando no sabemos quiénes son. O
sea, nadie frente a nadie. La charada de qué lindo todo, qué rico, cuánto
extrañaba. Nos buscan donde ya no estamos, los buscamos donde ya no están y ahí
empieza la tragedia”
“Mis hermanos también se habían graduado, las personitas nos habíamos
convertido en personas: el daño ya estaba hecho”
“Pero las cosas siguen igual. La gente no es capaz de verse a sí misma y
ese es el principio de todos los horrores”
María Fernanda Ampuero lo relata
con pasión, como si le arrancaran las entrañas en cada uno de los cuentos.
Porque de lo que ella habla no se puede narrar de distinta manera, sin
sinceridad. Pelea de gallos es ese
libro del que no se sale como se entró. Solo hay que atreverse.
Tuvimos también la suerte de
conocer a María Fernanda en persona, en el club de lectura de la librería Ramón
Llull, de preguntarle, de que nos explicara y contara todo lo que se esconde
tras su escritura. Y nos los explicó. Es una mujer encantadora, dulce y dura.
Una escritora de gran talento.
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