DESARMADAS E INVENCIBLES, es un libro compuesto por diecisiete relatos. Y, en casi todos ellos, la protagonista es una mujer, distinta cada vez, aparentemente sin ninguna relación con la de un relato anterior u otro posterior. Sin embargo, todas guardan una esencia común: son díficiles de derrotar.
Dice Juan Pedro Aparicio en el prólogo al libro que son relatos raros, como el apellido de su autora, que hay que leer sin prisa, yo diría casi que con cautela porque no sabes cómo puede reaccionar una mujer.
Yo siempre digo que los relatos deben ser leídos despacio, sin ninguna prisa, para extraer de cada uno de ellos el jugo pertinente. Los que contiene este libro están trabajados como se hace con las obras de arte: con precisión, sin prisa, conteniendo en pocas páginas una historia en la que transcurre una vida densa. Al mismo tiempo, llenos de literatura o de sugerencias literarias, así como musicales para acompañar la lectura de cada uno de ellos.
Las mujeres retratadas por Rosario son mujeres reales, algunas de ellas se nos aproximan mucho. Mujeres luchadoras, que nadan contra corriente; otras que tienen una vida nada común. Pero ninguan de ellas nos puede dejar indiferente.
En uno de los relatos particularmente sorprendente - Sunmaiden - hay una frase que podría resumir el sentido del libro:
Y como todas las mujeres como ella, aunque no las conozcamos, nos dejan con una horrible sensación de que extrañamos algo que nunca tuvimos.
Me parece injusto destacar unos relatos por encima de otros porque todos tienen una calidad literaria indiscutible. Mencionaré "El deseo de ser pulpo" - tras la lectura de este relato, cualquier mujer se sentirá indentificada con ella.
"Turismo" sencillamente brutal.
"Entre África y el depósito" la historia de las primeras mamoplastias.
"Candela y Estrella"
"Ablar"
"Habichuelas"
Tendría que mencionar uno por uno todos los relatos y contar qué clase de mujer aparece en cada uno de ellos: hay bailarinas, amas de casa, limpiadoras, infernales, arpías.
Como dice la escritora Olivia Ardey en el epílogo al libro: "Ellas no cargan la maza al cinto ni empuñan el hacha, porque no les hace falta. No son esas armas las suyas, les basta como escudo su intuición y en lugar de la espada enarbolan la palabra."
Podría descubrir cuál de ellas se esconde en cada uno de los relatos pero es mucho mejor que cada uno lo descubra por sí mismo.
Merece la pena disfrutar de DESARMADAS E INVENCIBLES.
Editorial Talentura.