miércoles, 25 de febrero de 2015

DE LO QUE QUISE SIN QUERER - Miguelángel Flores











De lo que quise sin querer,  es el primer libro de microrrelatos de Miguelángel Flores.
No es su primera publicación en papel, ya que su nombre y sus textos aparecen en la Deantología, la Logia del micorrelato, o la antología editada por Alfaguara sobreRelatos en Cadena. Tampoco es un recién llegado al asunto este de las letras.  Miguelángel ha escrito obras de teatro: Anda que no te quiero, que he tenido el placer de interpretar. La vida que bailo y Cónsuelame, Consuelo.

De lo que quise sin querer contiene 114 microrrelatos, divididos en tres partes diferenciadas por su temática.

Cosas de amar. Cosas de morir. Y otras cosas sin querer.

En la primera parte Cosas de amar, encontramos relatos tiernos, disparatados, irónicos, con ese tono de cercanía y ternura que él les sabe impregnar, con un punto muy importante de poética. No son relatos vacuos porque todos ellos contienen temas importantes. Entre sus líneas encuentras el amor y el desamor. La ternura y la crueldad. El erotismo.
Es difícil destacar algún relato en concreto porque todos tienen algo. Muchos me han provocado una ternura increíble. Me he sentido cercana a ellos, quizás por ese lenguaje especial de Miguelángel.

Cortejo.
Ya era hora de que a mí también me tocara. Al Rufi le tocó una el año pasado,  ahora es su novia formal. Y a un tío mío le tocaron dos seguidas. Con una se casó a su manera y con la otra montó un negocio en la habitación del patio. Ya lo decía mi padre: hijo, búscate una que no te contradiga y que no huya. Y hoy hubo tómbola. Ya a esta quiero conocerla antes. Ir poco a poco. Ahora mismo la saco de la caja. Mañana la desdoblo. Y si eso, a la noche, la inflo.

En la segunda parte: Cosas de morir, encontramos la muerte tratada como una continuación de la vida, como si nunca fuéramos a desaparecer. A veces vista desde la mirada de la infancia, de la inocencia y de la cotidianeidad. Otros relatos esconden la crueldad del ser humano o la tristeza de la pérdida, del definitivo adiós. Utiliza el humor negro con mucha calidad.

Mesa compartida
Cuando la camarera me ha traído la cuenta, me he sorprendido. Me ha explicado que ha sumado también lo de mi madre, que se lo ha indicado antes de marcharse. Entonces me he acordado de la mujer entrañable, de pelo blanco y mirada astuta, que ha merendado  junto a mí en esa cafetería abarrotada. No he puesto objeción, he pagado y he salido, Ya en la calle, he pensado que no ha sido caro. He pagado diecisiete euros por la ilusión de haber merendado otra vez con mi madre, cuando hace tanto que la perdí. Y eso no tiene precio.

La última parte es una mezcla, relatos variados, más largos algunos. Hay menos uniformidad en los temas pero sin perder la cercanía hacia el lector y hacia la vida en general.
No soy gran entendida en los conceptos que debe seguir un microrrelato pero creo observar que en los de este libro prima el tema y el lenguaje propio de Miguelángel sobre la técnica pura y dura. Hay escritores cuya técnica es impecable pero la lectura produce frialdad. No es este el caso y creo que vale la pena.

He disfrutado mucho leyendo los micros de De lo que quise sin querer. Es complicado mantener una línea cualitativa cuando hay tanto escrito pero creo que se ha conseguido. Creo que todos deseamos tener una voz propia, un estilo reconocible en nuestros escritos. Y eso no se le puede negar a Miguelángel. 

De lo que quise sin querer es muy, muy recomendable. Una lectura que te aproxima no solo al escritor que es Miguelángel, sino al ser humano generoso que es él.




De lo que quise sin querer - Talentura Libros

1 comentario:

  1. Buena reseña, de un libro que hay que leer sí o sí.
    Ojalá Elena me hagas una de tus reseñas, lo haces bien.

    Un saludo indio
    Mitakuye oyasin

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