Société Littéraire es la cuarta novela de Mariano Zurdo.
Se podría definir como thriller literario, sátira del
género policiaco, parodia de novela negra o vodevil negro.
Todo comienza en una tertulia literaria en un barrio cualquiera de cualquier
ciudad. Una reunión de unos cuantos jubilados en un bar cualquiera donde los habitantes
de ese barrio se juntan para hablar de toros, fútbol o, como este caso, de
libros. Y, de pronto, una de las contertulias llamada Jimena le asesta un
jarrazo a Román. Tras la sorpresa, otro de los contertulios, Basilio, empieza
su propia investigación sobre las razones de semejante comportamiento.
Al mismo tiempo del jarrazo, el santo esposo de Jimena muere de un
infarto tras su coito semanal, de jueves tertuliano, con Teresa, una prostituta
inmigrante a quien Jimena paga religiosamente para que su santo esposo permanezca
encamado mientras ella se ve con Román, a la sazón, su amante.
Basilio comienza sin descanso su análisis de investigación criminal y va
descartando elementos que justifiquen el jarrazo. Decimos descanso porque Basilio
va en silla de ruedas, empujado por Marco Vinicio, un ecuatoriano de profesión
neurocirujano pero emigrante al fin y al cabo quien, posteriormente será
reemplazado por Luis Fernando, médico e inmigrante también.
Estos son algunos de los personajes que pueblan esta novela que sirve, no
solo para destripar el jarrazo de Román o el autor del libro Lastres, lustres,
lustros que debaten en la tertulia literaria, sino para acercarnos a los
problemas de los habitantes de cualquier barrio de cualquier ciudad: la
inmigración, la pobreza, la soledad de este mundo tan alejado de la solidaridad,
los sueños que jamás se cumplirán. Todos estos temas son tratados desde el
absurdo, la exageración de las situaciones, el sarcasmo y el vocabulario,
inventado en muchas ocasiones y diseccionado a pie de página.
Apctitud. Dícese de la capacidad de operar competentemente en una determinada
actividad acompañada de una disposición de ánimo adecuada para tal operación.
El autor, ignorando que es incompatible con el castellano, propone esta palabra
como comodín para aquellas personas incapaces de diferenciar aptitud y actitud
y, añade, con la ventaja de que se puede cambiar de orden la pe y la ce sin menoscabo
del significado del vocablo.
En esta novela no hay asesinos ni
asesinados, ni chorros de sangre, ni cuerpos destripados ni truculencia. Los
muertos son así, naturales por naturaleza o por edad. Pero se sirve de todo
ello para hacer una parodia, una crítica sagaz de la novela negra en la que el
autor de esta – Garú III – no sabe muy bien hacia dónde va, aunque sueña con un
gran premio literario.
Société Littéraire es una novela de humor. Un humor castizo, socarrón e
irónico. Ese humor tan necesario y, a veces, tan mal visto en este país de
escritores serios. Una novela metaliteraria magníficamente escrita
Léanla. Es un bálsamo para estos tiempos grises.
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